¿Qué errores cometemos con nuestros hijos?
Para educar, muchas veces vamos a tener que motivar a nuestros hijos, para que se desarrollen. Aquí vamos a analizar los errores que podemos estar cometiendo con los niños, si en caso nos estamos quejando de ellos, lo verdadero es que nos estamos quejando con nosotros mismos y con nuestra actitud.
Es pues bien cierto el decir que los niños nos sacan de nuestras casillas, pero lo que nunca debemos de olvidarnos es que ellos están en un proceso de aprendizaje, si aprendemos a ver la situación de esta forma, vamos a tener una mejor reacción en medio de las dificultades.
Aquí vamos a ver los errores más frecuentes que cometemos como padres:
Primero, el abuso de autoridad:
Este suele ser uno de los errores más frecuente en los hogares, en las situaciones planteadas, siempre las tratamos de resolver apoyándonos injustamente de la posición de autoridad que tenemos, por lo tanto si tal vez el niño pone en peligro su vida (quizás cruzando la pista sin mirar a los lados, si hace alguna acción peligrosa, etc.), nuestra posición deberá de ser de autoridad, ya que esta actitud es imprescindible. En este caso el hablarles con firmeza y autoridad, puede ser suficiente y vital para evitar el peligro.
Mirémoslo así si estamos tratando de algo con nuestros hijos y ellos desean negociar con nosotros, no podemos dar por terminada la situación respondiendo “Esto se hace así porque soy tu padre, porque yo lo digo y porque así es”, esta actitud es aprovecharse de la situación y de nuestra autoridad para obtener la razón.
Recuerda: Por lo general no actuamos por que creamos que es lo mejor para ellos, sino porque es lo más cómodo para nosotros. Decirle al niño “Vete a dormir, porque deseas ver la televisión para dormirte tranquilo”.
Segundo, no respetas su edad:
No le es fácil a un niño tener la misma percepción del tiempo, del que tenemos nosotros, ellos no tienen claro lo que va ser su futuro o de lo que puedan estar haciendo en un momento dado, y menos conocen las consecuencias que tendrá en el futuro.
Nosotros podemos vivir con prisa mientras que los niños solo viven el momento, y es por ello que es normal que nosotros vivamos con prisa, por las citas, las reuniones, y nuestros horarios mientras que para ellos es solo el vivir el presente, ellos lo ven todo por el ahora, mientras que nosotros todo lo vemos mirando el futuro.
Nuestros pensamientos vuelan a lo que tenemos que hacer, mientras que para ellos es importante lo que están haciendo ahora, este tipo de actitud, produce numerosos enfrentamientos. Esta se vuelve una situación difícil de manejar.
Intentemos ser pacientes, si podemos y debemos de ser pacientes cuando podamos, sí quizás queremos perder la paciencia y estamos por ponernos nerviosos, porque no hacen las cosas rápido como queremos, no por eso tenemos “derecho a criticarlos, recuerda que ellos se encuentran en un proceso de aprendizaje y poco a poco y despacio lo lograran”.
Tercero, no te desquites con ellos:
Esta es una de las situaciones más complicadas, ya que la fuerza de voluntad y la energía tienen un límite, para cuando llegamos a nuestra casa después de un día de trabajo, es en este momento cuando nos quedan más tareas que realizar en casa, es cuando los niños requieren más de nuestra atención, es en el momento en que menos fuerza, energía y ganas nos quedan.
Lo único que anhelamos es que se aseen, que cenen, que comiencen hacer sus tareas, etc. y la vedad es que ellos también deben de estar cansados. Es por esta situación que nos hacen alguna trastada, o simplemente se niegan a obedecer, es aquí en donde nos sacan de nuestras casillas y lo único que hacemos para sobrellevar el problema es que nos ponemos a gritar, llegando hasta a abusar de nuestra autoridad. Por lo general nos damos cuenta de lo que hacemos, pero decidimos desquitarnos con ellos. Lo único que sale a luz es la frustración y el estrés que hemos vivido durante el día.
Una de las cosas más recomendables que se debe de hacer, es pedirle perdón, cuando nos damos cuenta, de esta forma ellos aprenderán a cuando uno se equivoca debe de pedir perdón, ellos agradecerán este tipo de conducta ya que sabrán que cuando sus padres se equivocan, saben rectificarse.
Cuarto, debemos de reconocer sus aciertos:
Muchas veces solemos ser contrario a lo que decimos, por lo general nos inclinamos más a gritar y a corregir, que darnos tiempo al reconocimiento de sus éxitos, se ha descubierto que nuestro cerebro reacciona más rápidamente a los comentarios negativos, que a los positivos que son en sí más necesarios, se sabe que de cinco comentarios positivo puede contrarrestar uno negativo.
¿Podemos hacer una lista de las actividades positivas que hacen nuestros hijos?
La verdad que sería una gran cantidad pero la realidad es que la mayoría pasan desapercibidas, mencionemos algunas:
- Cuan fuertes son que se la pasan tantas horas en el colegio, sin estar a tu cuidado (no crees que le harás falta).
- Portarse bien en el colegio sin tu supervisión para que no te den las quejas.
- Portándose bien con sus compañeros de aula.
La verdad es que todo el día no podemos estar con ellos, pero lo que si podemos hacer es de vez en cuando hacerle mención de lo orgullosos que estamos de ellos, ya que aunque te parezca que es una rutina, el niño obtuvo un logro y fue que se desenvolvió bien sin ti y esta acción hizo que sea más fácil para ti. Muchas veces el considerar que la rutina deberá de ser siempre en secuencia hace que nos salgamos de nuestras casillas y pongamos el grito al cielo.
Quinto, evita la sobreprotección:
Es una preocupación que no se puede evitar, siempre nos va traer una cierta preocupación a lo que le pueda suceder a su salud, a su bienestar y todo aquello que pueda poner en riesgo su vida.
Es por ello que debemos de aprender a manejar nuestras emociones, esto es algo que vamos aprendiendo desde que ellos son niños a protegerlos, primero con las vacunas, pero también debemos de enseñarles a que a veces se van a exponer a riesgos y es por ello que debemos a maniobrar las situaciones peligrosas, ellos deben de aprender solos a reconocer y a reaccionar ante una situación peligrosa.
Existirán tiempos determinados en los que ellos mismos tendrán que experimentar para aprender a desenvolverse en cada parte de su vida, es por ello que el ser buenos amigos de nuestros hijos nos ayudara ya que la verdad es que no podemos sobreprotegerlos, ya que lo único que conseguimos es tiendan a ser más inseguros y cuando sean grandes van desear depender de las personas siempre y nunca intentaran cruzar las barricadas solos, eso no significa que no vamos a estar allí recuerda que siempre los padres vamos a estar allí para enseñarles a ser libres y no liberales, para enseñarles a tomar decisiones sin equivocaciones y si se equivocan siempre contaran contigo PADRE.
Recuerda:
Ten siempre presente que todos cometemos errores, aún nuestros padres han cometido errores con nosotros mismos, pero ahora somos nosotros los que podemos traer ese cambio, esto da como resultado que existen muchas cosas que también haces bien como padre, pero está en nosotros el remediar aún esas cosas pequeñas actitudes que aún nos hacen falta pulir.
Más allá de querer hacer un artículo de lo malo que podamos hacer, mirémoslo de la forma de lo excelente que podemos llegar hacer, si cambiamos algunas actitudes.