LAS CONDICIONES DEL EXITO

 LAS CONDICIONES DEL EXITO

LAS CONDICIONES DEL ÉXITO

Por Eglis Gaínza

¿Habrá un poder que descubra riquezas escondidas y tesoros jamás soñados? ¿Habrá una fuerza que podamos utilizar para la consecución de la salud, de la felicidad y de la iluminación espiritual? Los santos y sabios de la India enseñaron que existe ese poder. Revelaron verdades que hemos descuidado u olvidado, pero que están siempre a nuestro servicio si verdaderamente nos esforzamos en aprovecharlas.

Tu éxito en la vida no depende solo de tu habilidad natural, sino también de tu resolución de aprovechar las oportunidades que se te presenten. Las oportunidades no vienen por azar, son el resultado de algo anterior. Han sido creadas para ti mismo en un pasado reciente o lejano. Puesto que las has merecido, aprovéchalas para tu mayor beneficio. Puedes hacer tu vida más digna de ser vivida ahora y en lo futuro, si concentras tu atención sobre tus necesidades inmediatas, y empleas luego todo tu conocimiento y todas tus capacidades para satisfacerlas. Debes desarrollar todos los poderes que Dios te dio, los poderes ilimitados que provienen de las íntimas fuerzas de tu ser.

Si piensas rectamente, encontraras tu meta aun estando envuelto en la oscuridad, pues el éxito o el fracaso vienen de acuerdo con el pensamiento predominante. En consecuencia, debes primero tener absoluta confianza en tus propósitos, y usar después tus talentos para realizarlos. Mantente en estado receptivo para que Dios trabaje a través de ti. Sus leyes están siempre en acción, y tú tienes éxito o fracaso según los pensamientos que habitualmente abrigas. Es decir, si tu manera de pensar es por lo general negativa, no bastará un ocasional pensamiento positivo para dar a tu vida el tono del éxito.

No insistas constantemente en tu problema. Déjalo descansar a veces, y acaso así se resuelva por sí solo. Pero no lo descuides tanto que el propósito se te escape por completo. Aprovecha más bien esos períodos de reposo mental y físico, para penetrar profundamente en la región serena donde reina tu Yo interno. Cuando te hayas puesto a tono con tu alma, podrás pensar con claridad en todo lo que haces, y si tus pensamientos y acciones se han desviado, podrás corregirlos.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *