EL PODER DINÁMICO DE LA VOLUNTAD

 EL PODER DINÁMICO DE LA VOLUNTAD

EL PODER DINÁMICO DE LA VOLUNTAD

Tanto como una manera de pensar positiva, son necesarios para alcanzar el éxito el poder de la voluntad y una actividad contínua. Todo cuanto existe es producto de la voluntad; pero este inmenso poder no siempre se usa conscientemente. Hay voluntad mecánica y voluntad consciente. La dínamo de todos nuestros poderes es la volición o poder de la voluntad. Sin voluntad no podemos andar, hablar, trabajar, pensar ni sentir. La volición o poder de la voluntad es, pues, la fuente de todas nuestras acciones. Para dejar de usar esta energía sería preciso acostarse y permanecer absolutamente inmóvil. Aun para mover una mano se emplea el poder de la voluntad. Es imposible vivir sin usar esta fuerza, y debe por tanto ser dirigida inteligentemente.

Para desarrollar el poder dinámico de la voluntad, proponte hacer alguna de las cosas que hasta ahora creíste imposibles para ti. Intenta primero algo sencillo. Después, cuando tu confianza se haya fortalecido y sea más dinámica tu voluntad, podrás empreder algo más difícil. Escoge bien, y niégate a aceptar el fracaso. Dedica tu voluntad entera a realizar una sola cosa cada vez; no disperses tus energías ni dejes nada a medio hacer por empreder algo nuevo. Confía cada vez más en la mente, pues ella es la creadora de tu cuerpo y de tus condiciones de vida. Realizar un pensamiento por el poder dinámico de la voluntad, significa mantener dicho pensamiento hasta que asuma forma visible. Cuando hayas desarrollado así el poder de tu voluntad y puedas por el gobernar tu destino, podrás hacer maravillas.

He aquí pues, el resumen, las tres reglas fundamentales para hacer dinámico (creador de movimiento, impulsor) el poder de tu voluntad: 1ro Elige algún trabajo sencillo, algún asunto que nunca hayas dominado, y proponte triunfar en él. 2do Cerciórate de haber escogido algo constructivo y factible, y rechaza toda idea de fracaso. Concéntrate en ese solo propósito, y aprovecha todas tus capacidades y oportunidades para llevarlo a cabo.

Debes ejercitarte en el uso de la voluntad consciente, no mecánica, y tener cuidado de emplear el poder de tu voluntad constructivamente, nunca para fines nocivos ni para cosas baladíes. Mira bien, primero, si lo que te propones es lo que te conviene, y una vez seguro de ello, emplea toda la fuerza de tu voluntad para lograr tu objeto, teniendo siempre fija la mente en Dios, fuente de todas las cosas.

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