APRENDER A ESTUDIAR
APRENDER A ESTUDIAR
Por. Mg. Eglis Gaínza
Cada persona tiene su propio estilo de trabajo y por ende de estudio. Cuando hablamos de estilo nos referimos a esa forma peculiar, personal, de desarrollar la actividad y depende de su experiencia, de las capacidades formadas, de sus preferencias, de sus particularidades fisiológicas y psicológicas en general. Entre dichas particularidades están el ritmo de trabajo (más o menos rápido); la energía, la pasión, el tesón en la realización del mismo; las características del pensamiento (si le es más fácil operar con imágenes gráficas, con conceptos abstractos, si tiende a ser analítico o sintético) y muchísimas otras.
Desarrollar y perfeccionar su estilo personal de estudio de modo que este sea efectivo, es una importante meta de todo estudiante; para ello requiere no sólo tomar conciencia de sus particularidades individuales, sino además conocer las características de la actividad de estudio y del proceso de aprendizaje en general.
Por otra parte, el estudio, como toda actividad, tiene un objetivo –lo que se espera lograr- y un determinado resultado: el producto del aprendizaje. Se supone que ese producto concuerde con el objetivo, que se correspondan, pero esto no siempre es así, prueba de ello son las calificaciones que se obtienen en los exámenes. Cuántas veces tú o tus compañeros, no obstante haber estudiado, han obtenido calificaciones por debajo de excelente o, sencillamente, no satisfactorias.
Las causas de este hecho son diversas y complejas, pero está probado que una buena parte de las mismas se refiere al insuficiente dominio de la actividad de estudio. Este es un problema bastante generalizado, presente incluso en estudiantes de países altamente desarrollados, de distintas universidades y regiones del mundo. Existe, por ello, coincidencia entre los especialistas, profesores, investigadores del tema, respecto a la necesidad de «enseñar a aprender» o de «aprender a aprender». Se dice con frecuencia que es más importante aprender a estudiar que adquirir un conjunto de conocimientos particulares, puesto que aquel garantiza la obtención de estos y la actualización permanente de individuo, tanto durante el período de estudio en una institución educativa como en su vida profesional ulterior.
El fin más directo e inmediato del estudiante es elevar la eficacia y calidad del estudio que realiza. En este empeño hay, al menos, tres aspectos decisivos: el deseo, el esfuerzo y el dominio de métodos y técnicas.